—Además de eso, su modelo a seguir es un antiguo Dragón que solo se ocupa de sus propios asuntos. El nuestro va a ser un joven apuesto que se ensucia las manos para inaugurar una era de progreso y paz —dijo Sylpha.
—Por mi Madre, cuando la Reina lo dice así, me siento tentada a olvidar qué tipo de imbécil eres en realidad y unirme a tu club de admiradores —Solus proyectó la imagen de mercancías inspiradas en Tiamat, desde camisetas hasta figuras de acción.
La música terminó y la Reina le hizo una grácil reverencia antes de llevar a Meron y Kamila fuera de la pista de baile.
—Debe ser mi turno ahora, ¿verdad? Después de todo, siempre voy en segundo lugar —Una voz familiar dijo con una risa triste.
Lith no necesitó revisar su tarjeta de baile para saber que era Phloria.
—Superar a una Reina es difícil —Lith se encogió de hombros— Incluso si la hubieras superado, el ayuda de cámara simplemente habría cambiado vuestros nombres.
