—Todo lo que les he mostrado hoy se convertirá en realidad, pero solo después de que termine la Guerra de los Grifos.— La parte final de su discurso aseguró a los Reales que nadie cambiaría de bando en un momento crítico.
La matriz de esclavos de Thrud era su mejor arma, pero también el mejor disuasivo contra traidores. Ahora, no solo los nobles arriesgarían su libre albedrío al unirse a ella, sino también perderían las ganancias incalculables que solo los seguidores de los Reales cosecharían.
—Sus contribuciones son asombrosas, Archimago Verhen. Dudo que haya una sola persona en esta sala que se oponga a la decisión de convertirlo en Mago.— El Rey hizo otra pausa, dando a los miembros de los antiguos y nuevos hogares la oportunidad de hablar antes de que sus palabras fueran escritas por los Escribas Reales y convertidas en ley.
Nadie se atrevió a pronunciar una sola palabra.