Sus garras rompieron los tendones de la mano derecha de Lith, haciéndole perder el agarre en la Guerra y permitiéndole Distorsionar la peligrosa hoja a decenas de kilómetros de distancia.
—Esa cosa no es solo una arma como las que la Reina forjó para nosotros. Es parte del poder de Tiamat. Sin él, no puede expresar sus habilidades completas.— Pensó y tenía razón.
Fue gracias a la Guerra que Lith pudo usar la Dominación con tanta facilidad. Las habilidades de la hoja complementaban las suyas y no había estrategia en su libreto que no aprovechara al máximo el vínculo especial que compartía con ella.
Con sus extremidades atrapadas por las patas de Sekhmet durante la caída libre, lo único que Lith pudo hacer fue exhalar un estallido de Llamas del Origen, pero su respiración superficial redujo mucho su eficacia.
Fue la única razón por la que sobrevivió a su metedura de pata.