—Si no eres capaz de separar tu opinión personal de la ley, entonces no eres apto para ser un alguacil. La próxima vez que alguno de ustedes cruce esa línea, les quitaré sus placas—.
—¡Pero, Archon Ernas!—, exclamó Vylka indignada—. Ella es una rompedora de juramentos. Desertó de nuestro país y abandonó su deber cuando más la necesitábamos ¿y para qué? Para satisfacer su lujuria por un sucio animal.
—¡Alguien incapaz de controlar sus impulsos básicos no merece estar aquí! Un traidor con placa es un insulto para todos aquellos que sacrificaron sus vidas para defender la ley—.
—Un punto interesante.— Jirni entrelazó sus dedos, tamborileando con ellos—. Has logrado insultar con una sola frase al fundador del Reino, Valeron, al Archimago Marth y a mi propia hija—.
Usó el mismo tono para los tres nombres, pero frunció el ceño al decir el último, resaltando su molestia.