—Cuando Balkor había desarrollado cristales de memoria para guiar a sus esclavos, no había tenido que lidiar con voluntades en conflicto ya que lo que les infundía era su propia personalidad. El límite de su cristal de memoria era que no podían ser utilizados por otras personas y que el conocimiento almacenado dentro de ellos no duraba mucho tiempo.—
—El método de Balkor consistía en almacenar los cristales dentro de una matriz poderosa que los aislaben de la energía del mundo. Las gemas se quedaban sin nada de qué alimentarse más que de la formación mágica que estaba alimentada por el maná de Balkor.—
—La energía del mundo almacenada dentro de los cristales sería lentamente reemplazada por su hechizo imbuido con su fuerza de voluntad, rencor y enojo, convirtiéndolos en cristales de memoria.—
—El problema con este método era que, una vez que se retiraban los cristales de las matrices, se restauraba el flujo natural de la energía del mundo, expulsando el maná.—