Dolgus ahora estaba libre de la trampa de Senara y giraba su arma para mantener a raya a los Despertados. El arma estaba perfectamente equilibrada y gracias a sus encantamientos, el movimiento estaba generando lentamente un tornado que dificultaba acercarse a él sin convertirse en presa fácil.
Sin embargo, ahora que se había ido la cubierta del Vacío, el representante del Consejo pudo precisar las coordenadas dimensionales para enviar los refuerzos a la colina sin que fueran cegados por la oscuridad.
Los otros tres representantes del Consejo llegaron junto con sus discípulos personales y aliados más cercanos, personas que lucharían sin hacer preguntas. La muerte de tantos Despertados fue una tragedia, seguro, pero también es la cubierta perfecta para emitir una orden de muerte.
La versión oficial era que el parloteo había sido roto por las Abominaciones en el intento de alimentarse de Senara, sin mencionar a la Boca o a Elphyn.
