—¿Nosotros? —Él preguntó confundido—. Mis doppelgängers han perdido su efectividad como agentes encubiertos desde que Manohar enseñó a todos cómo exponernos. Nuestros núcleos siguen siendo débiles y nuestra magia es insuficiente. No hay nosotros. No más. —Respondió.
—Estás equivocado. —Thrud sacó el último lote de ambrosía de su amuleto dimensional y se lo entregó a Protheus.
—¿Qué se supone que debo hacer con esto? —Preguntó.
—¿Por qué crees que esperé a que salieran para mostrártelo? Porque ahora no solo tienes acceso a mi Grifo dorado, al Bahamut de Valeron y al linaje del Dragón Esmeralda de Jormun, sino a más de 30 Bestias Divinas diferentes.
—Seré honesta contigo. No planeé darte tus poderes ni usar la ambrosía en ti, pero el destino decidió lo contrario. —Dijo Thrud—. Puedes almacenar y acceder a las formas de las criaturas más poderosas de Mogar y con la ambrosía, incluso podrías obtener sus habilidades de linaje.