El collar armonizador creado por el padre de Morok utilizaba la presión constante ejercida por la energía del mundo proveniente de un géiser de maná para remodelar la fuerza vital de quien lo llevaba. No era diferente de alguien que mete demasiadas cosas en una maleta y luego la cierra a la fuerza.
El hechizo de Vastor, en cambio, organizaba todo de manera ordenada, optimizando el espacio y compartiéndolo equitativamente entre los diferentes componentes para que la nueva disposición fuera tan estable como la anterior.
El procedimiento continuó hasta que las tres fuerzas vitales se tiñeron con el color de las otras. Luego, el Maestro tomó un cristal de maná blanco del tamaño de un hombre adulto y un barril de tónico de su objeto dimensional.
—Come hasta que estés satisfecho. —Señaló los dos objetos a Teseo, quien asintió antes de empezar a comer.