—Ustedes, mamá y tú, me dieron el fuerte cuerpo que podría soportar el entrenamiento más duro. Fuiste tú, papá, quien me obligó a aprender a leer y escribir, permitiéndome pasar los exámenes escritos para convertirme en sargento.—
—Todo lo malo que ocurrió en mi vida, en cambio, fue por mi propia culpa. Cada estúpida decisión que tomé, cada intento que hice para desquitarme con Lith, solo me trajo más dolor y sufrimiento.—
—No debería haberme metido con Phloria Ernas por envidia, así como no debería haber tratado tan mal a mamá. Incluso después de alcanzar la edad adulta, mi mente seguía siendo la de un perdedor infantil y resentido.—
—Sé que las palabras vacías no pueden compensar todas las cosas malas que hice a ti y a mamá, pero es la única forma que tengo de empezar. Lo siento, papá. Lo siento por todo lo que he hecho.—