—Deja que la abuela lo arregle para ti —Salaark utilizó una mezcla de Magia del Renacimiento y su técnica de respiración, Madre Sol, para limpiar a Kamila de sus aflicciones.
Una vez que la Guardián terminó, Kamila sintió como si recién hubiera regresado de una semana de descanso en un spa. Su cuerpo estaba limpio, lleno de energía. Su fatiga había desaparecido y casi podía sentir como su piel respiraba a través de sus poros completamente limpios.
—Ahora solo queda arreglarte un vestido decente y ponerte un poco de maquillaje. Afortunadamente para ti, tengo un guardarropa del tamaño de un pueblo y varios maquilladores a mi servicio —Dijo Salaark.
—Gracias, pero me gustaría conservar el traje que llevo. Quiero usar mi ropa de la suerte en mi día de suerte —Kamila notó el ceño fruncido de la Señora Suprema y rápidamente agregó—: Aunque podría usar un poco de maquillaje.