El clon de Orpal gritó de dolor y frustración cuando sus esclavos comenzaron a caer como moscas y su emboscada cuidadosamente planeada se derrumbó.
—¡Maldito seas tu y tus habilidades de linaje! ¿Por qué tienes tantas? ¿Por qué?— Las manos del Vurdalak se habían regenerado por completo, pero necesitaba algún tiempo para fabricar una lanza de sus prismas.
—Quizá la Sanguijuela todavía sea más fuerte que yo como un Despertado, pero yo conozco los hechizos de Nivel de Cuchilla. Mi Luna Destrozada mató a Manohar. Gracias a la fuerza vital que mis esclavos recolectaron para mí, no debería ser menos poderosa que la que lancé con la ayuda de mi corcel.
—Sea lo que sea una Tiamat, ni siquiera ella puede resistir el poder colectivo de cientos de núcleos de sangre y de mana.— Pensó Orpal mientras desataba lo más parecido a una habilidad de linaje que había descubierto.