—Pero, también hay errores que nadie puede aceptar o perdonar. —Dijo Kamila.
—De hecho, pero prefiero no saber esas cosas. Solo quiero que Zogar me diga adónde va, con quién y por qué. —Respondió Zinya.
Kamila miró a su hermana atónita durante varios segundos, demasiado sorprendida para hablar.
—Kami, no existe algo como un hombre perfecto. Si esperas a alguien así, esperarás toda tu vida. Amo a Zogar y él me ama a mí y a los niños. Nos hacemos felices el uno al otro y eso es todo lo que quiero de él.
—No me molesta que tenga secretos, son parte de su trabajo. Me molesta que no confíe lo suficiente en mí como para compartir aunque sea un poco de su carga con él. Amar a alguien es compartir tu felicidad para duplicarla y tu miseria para dividirla por la mitad.
—De lo contrario, es mejor estar soltero, lidiar solo con tus propios problemas.