Volver a la academia se sintió un poco extraño para Lith.
No le gustaba estar allí, siempre obligado a ocultar sus verdaderas habilidades mientras mantenía la Boleta a mano.
Después de descubrir que las matrices del Guardián podían sellar objetos dimensionales, no se sentía seguro guardándolo en la dimensión de bolsillo, así que lo sacaba cada vez que salía de su habitación o de un aula.
Lith había decidido inscribirse en la academia porque esperaba acumular conocimientos y conexiones con personas poderosas, pero hasta ahora solo lo primero estaba progresando sin problemas.
Entre los Cursos de Especialización y la biblioteca, de la cual nunca dejó de tomar prestado y copiar material, sus conocimientos mágicos estaban siempre en expansión.
En cuanto a las conexiones, seguía en el punto de partida. Escalar la escalera social había resultado imposible. Las únicas opciones eran someterse a un joven señor/señorita y convertirse en su recadero, o conseguir una Boleta y aislarse.