—Sí, pero aún tendría que inventar una excusa por no haber envejecido ni un día, y ya sabes lo embarazoso que es pedirle un favor a un ex. Supongo que tengo que renunciar al cuadro.— dijo Solus demasiado rápido como para ser creíble.
—No lo creo.— Lith negó con la cabeza. —Creo que deberías ir a conocer a este chico. Podría ayudarte a recordar tu pasado. Se nos ocurrirá alguna tontería mientras vamos en camino. En el peor de los casos, utiliza tu amnesia como excusa.—
Estaba feliz con la idea de que Solus conociera a su ex y, tal vez, retomara su relación. Sería un gran paso hacia adelante en volverse independiente de él y tener su propia vida.
Solus abrió la boca y luego la cerró varias veces, sin decir nunca una palabra. Por un lado, quería el cuadro y recobrar sus recuerdos. Por otro lado, temía lo que su ex pudiera decir sobre su antiguo yo.