Solus se revolvió de entusiasmo ante la idea de no necesitar más a Tista como intermediaria.
—¿Por qué Lutia? —preguntó Rena.— Quiero decir, seguro, han abierto bastantes tiendas y la calidad de los productos es excelente comparado con cuando Lutia era solo un pueblo, pero no es nada comparado con Derios, Valerón, o cualquier ciudad importante del Reino.
—Tienen una variedad y calidad mucho mejores tanto en los tejidos como en el diseño.
—Lo sé, pero Lutia es mi hogar. Mi Ma-, quiero decir, Menadion me dejó aquí por una razón y tengo la intención de honrarla. —Solus se corrigió a sí misma para no herir los sentimientos de Elina. Después de lo que Orpal había hecho, ella aún no se había recuperado de su trauma personal—.
—Además de eso, si fuera a cualquier otra ciudad, el géiser de maná más cercano estaría muy lejos y con ello la torre. Aquí, en cambio, aún puedo usarla para alimentar parcialmente mi cuerpo y tener bastante tiempo antes de que comience el dolor.