El gobernante se sintió seguro, salió a la luz pública y luego murió en un "accidente" o por un repentino "derrame cerebral".
La filosofía del Consejo siempre había sido lograr el máximo resultado con la mínima participación, con el fin de proteger el secreto del Despertar y su comunidad.
Esta vez, sin embargo, su enfoque habitual había fracasado. Sus tácticas habían logrado frenar el avance de Thrud, pero eso era todo. Tarde o temprano, ella conquistaría todo el Reino y entonces sería demasiado tarde para detenerla.
Los Despertados eran criaturas de gran longevidad que contaban el tiempo en décadas y no estaban acostumbrados a tener prisa. Fue la razón por la que el Consejo había convocado a todos sus miembros, sin importar su antigüedad o poder, con la esperanza de encontrar una solución a su problema.