Cuando el caos por la muerte de Manohar y las amenazas del Rey Muerto alcanzó su punto máximo, los miembros de las Cortes de los no muertos atacaron cada ciudad donde se encontraba una de sus sucursales.
La Corte del Anochecer, del Amanecer y de la Noche habían colaborado para convertir en no muertos a tantos Esclavos como fuera posible y levantar ejércitos de no muertos menores exactamente para ese momento.
Todas las ciudades tenían cementerios y mataderos, proporcionándoles todo lo que necesitaban. El ataque fue rápido, brutal y sangriento. Para los ciudadanos del Reino, parecía otro intento de conquista, pero el único objetivo de los no muertos era sembrar el miedo.
No atacaron objetivos estratégicos ni lugares que les darían ventaja a largo plazo. Se centraron en las áreas más pobladas, matando de las formas más crueles y aterradoras posibles.