El dios de la sanación yacía justo enfrente del trono del Rey, incapaz de mover más que algunos dedos a la vez.
Meron lo miraba con un ceño fruncido, y también lo hacía una figura pequeña sentada a su lado en un trono más pequeño que se parecía al de la Reina. Lith la reconoció como la Princesa Peonia.
Era una joven de 20 años, de aproximadamente 1.58 (5'2") de altura. Tenía cabello rubio con mechas plateadas, negras y azules por todas partes. Sus ojos azules y la sangre de Tyris suavizaron las marcadas facciones que había heredado de su madre.
Eso, junto con su figura esbelta y estatura diminuta, la hacían tan adorable como un botón.
Su presencia también fue inesperada, ya que el trono no era hereditario y los herederos del rey actual no tenían voz en los asuntos del estado.
Lith les hizo una profunda reverencia, esperando una explicación.