—Así es como te reconocí, Elphyn. Eres idéntico a las imágenes tuyas de hace más de 600 años —dijo Faluel.
—Por favor, llámame Solus. El nombre Elphyn no significa nada para mí. ¿Puedo ver esas pinturas? Incluso si no recupero ningún recuerdo nuevo, aún me encantaría tener un retrato de mi madre.
—Puedo intentar pedirlos prestados por un tiempo —respondió Faluel—. No es seguro llevar a ninguno de los dos al castillo de mi madre. Silverwing puede estar equivocado sobre su relación, pero todos los amigos de Menadion reaccionarían de la misma manera que ella.
—La mitad de la torre convierte técnicamente a Solus en un esclavo e incluso como Elphyn carecía de la malicia necesaria para dominar a alguien tan astuto como Lith. Sin ofender.
—No ofendido —dijo Lith—. Por cierto, ¿cómo fueron tus vacaciones y cómo te va con las Manos?