—Tonterías. —Faluel sacudió su cabeza—. Veo que usaste diligentemente Flujo de Vida para nutrir tu núcleo de mana y que la práctica constante de Maestría de Forja a un nivel más allá del tuyo reunió tus impurezas.
—Ahora no es el momento de descansar, sino de hacer un último esfuerzo para lograr un núcleo azul brillante.
La versión menor de la técnica de respiración de la Hidra que Friya usaba aún era más efectiva que la vieja Invigoración de Lith, permitiéndole avanzar a un ritmo más rápido.
—Por cierto, ¿es cierto que un Heraldo comparte las habilidades de linaje de su maestro? —Friya preguntó.
—Sí. —Asintió Faluel, le gustaba su entusiasmo. Esperaba que Friya se quejara y le rogara que se tomara un descanso del entrenamiento.
—¿Por qué nunca mencionaste esto antes y qué obtendría si llegara a ser tuya? ¿Ojos de Dragón? ¿Llamas del Origen?