—Gracias por el té y las galletas, Solus. Estaban deliciosos. —Friya se levantó— Ahora tengo que ir a visitar a Faluel. Ser aprendiz es un asco. Dice que pasé demasiado tiempo en el Desierto y que ahora tengo que compensarle resolviendo los problemas de su territorio.
—Te acompañaré en un minuto. Solo necesito llevar a Solus de vuelta a la torre primero. —Lith cerró las ventanas de su casa antes de abrir un Paso de Distorsión.
—¿Te importa si voy contigo? —preguntó Phloria— Estoy realmente curiosa por ver cuánto ha cambiado la torre durante tu ausencia.
—Yo voy a volver a casa, en cambio —dijo Quylla—. Voy a tener todas las citas que pueda mientras mamá y papá están teniendo una segunda luna de miel para arreglar su relación. Una vez que regresen a casa, la magia será mi única compañía.