Sinmara había utilizado la experiencia obtenida de sus derrotas anteriores para idear conjuros que, al usarse juntos, creasen una trampa ineludible para alguien del tamaño de un humano.
El Espacio Sellado bloqueaba la magia dimensional, Pequeño Sol usaba la gravedad tanto para atraer a Aylen hacia la masa ardiente en su centro como para generar calor que ejercía una gran presión sobre las protecciones encantadas que aseguraban la supervivencia del Lich.
Claro, su núcleo blanco permitía que Aylen se recuperara de cualquier daño en el momento en que se le infligía, pero lo mismo no se aplicaba a su equipo. Para colmo, Estrella Fugaz había conjurado una lluvia de pequeños meteoros verdes imbuidos con el poder de todos los elementos.