—Y te atreves a decir que soy yo el avaro.— A pesar de su tono de reproche, la voz de Lith carecía de convicción.
Él también quería descubrir qué habilidades poseían las dos piezas restantes del conjunto de Menadion. Sin embargo, a menos que lograran conocer a su actual propietario o encontraran algunas pistas acerca de cómo se veían y funcionaban, no había forma de desencadenar la transformación.
Sólo una vez que la torre recuperara su pleno poder, Solus lograría el alcance completo de sus habilidades y los recuerdos relacionados con los artefactos que ella era capaz de reproducir.
—Sí, tú lo eres. Te culpo por convertirme en un Scrooge. Tú-—
El Dragón de Sombra descendió del cielo, interrumpiendo su amistosa disputa y dejando a Solus sin palabras. Estaban tan absortos estudiando su último descubrimiento que casi se habían olvidado de la razón por la que estaban en medio de la nada.