—Desde que nos diste lecciones sobre magia y nos proporcionaste equipo encantado, el número de cachorros superó ampliamente al de nuestros muertos.
—Nuestras manadas habían crecido tanto que algunos de nosotros nos habríamos visto obligados a alejarnos para no destruir los bosques con nuestro hambre. La muerte no es necesariamente algo malo. Los supervivientes se volverán más fuertes y transmitirán su experiencia a las nuevas generaciones. —Dijo la Mantícora.
—¿Hablas en serio? —Preguntó Lith.
—No nos pediste que lucháramos contra matones, sino que protegiéramos a tus cachorros de amenazas que los humanos no podían detener. El hecho de que ninguno de nosotros muriera hasta hoy fue solo suerte. —Reaper negó con la cabeza.
—Considero que nuestro trato sigue en pie porque todavía no he pagado mi deuda. Además, quiero que sigas enseñándome. Quiero que me des el conocimiento que necesito para asegurarme de que lo que pasó hoy no se repita.
—¿Qué pasa con Portador de Vida y Centinela?