Solus se sonrojó al pensar en cuántas veces había dejado que el asombro y la elaboración de teorías mágicas la distrajeran de una pelea. Le había pasado incluso cuando se había enfrentado sola al Rey de Kolga.
—Es un plan interesante. El bastón proporcionaría a Solus suficiente energía del mundo para mantener su cuerpo humano y compensar su núcleo defectuoso gracias a que su torre convierte la mitad de la energía del mundo en su propio mana. —Dijo Salaark.
—Pero a menos que Mogar estuviera boca abajo mientras yo no prestaba atención, la energía del mundo se compone de seis elementos y tú solo tienes tres Ojos de Balor.
—Lo sé. —Lith asintió.— Por eso mi proyecto consiste en cortar tres cristales de maná blancos del tamaño de una manzana y encantarlos para amplificar uno de los elementos que me faltan y compensar los Ojos de Balor que faltan.