Antes de establecer la fecha de su partida, Lith necesitó unos días para descansar, recuperarse y discutir sus botines de guerra con Faluel, así como sus planes para los tesoros naturales que había dejado.
Ya que la Hidra estaba al tanto de ellos, no tenía sentido seguir ocultándole el rescate de la Dríada y sus planes. Además, desde que Aalejah le reveló a Lith la naturaleza de la prueba, Faluel pudo explicarle lo que valía su botín.
—Tus proyectos suenan locos, pero todas las nuevas ramas de la Maestría de Forja lo hacen al principio. —Faluel asintió después de señalar todo lo que le faltaba y los puntos débiles de los dispositivos en sus planos—. No puedo creer que tuvieras un regalo de compromiso de una Dríada y nunca me contaste al respecto.
—Eso explica por qué Ryssa los tenía a mano. —Reflexionó Lith—. Me pregunto si Marth también los obtuvo o si no recibió nada por mi culpa.