—¿Estás hablando en serio? —Lith miró la misteriosa patata maloliente como si hubiera encontrado a su verdadero amor, enfadando mucho a Solus.
—Sí. Lo estoy. Tienes suerte de que existan plantas como esta desde el amanecer de los tiempos, de lo contrario serían parte del conocimiento que el Árbol del Mundo mantiene sellado para mí. Eso o esperaban que encontrara tesoros naturales y los trajera de vuelta a casa. —El elfo suspiró ante el botín, casi arrepintiéndose de haber ofrecido su ayuda.
'Nunca creé un solo gólem, pero esto es de hecho un cambio de juego.' pensó Lith. 'Al crear el sistema circulatorio de maná antes del Hechizo de Unión, puedo alcanzar la perfección sin ceder a los caprichos del destino o de los cristales mágicos.'