—Si vienes aquí, nos aseguraremos de que pruebes la resurrección por ti mismo. —Dijeron a coro los Guardianes de Garlen.
—¿Cómo puedes ser tan ciego? Esta podría ser la clave para invocar un alma e inyectarla dentro de un cuerpo artificial lleno de energía del mundo, como un cristal. Para generar nuevas formas de vida. Es una oportunidad única para aprender tanto de la muerte como sobre ella. —dijo Roghar el Fénrir.
—Tus palabras son solo la prueba de que no se te puede permitir pisar Garlen de nuevo. —dijo Leegaain—. Poner almas en cuerpos artificiales sería similar a torturar y destruir el equilibrio. ¿Y si aprenden a reproducirse?
—De acuerdo. —asintió Salaark—. La gente sigue naciendo, por lo que también debe seguir muriendo. Si los traes de vuelta, la vida se ahogará en sí misma. Además, ¡que me condenen antes de dejarte experimentar con mi sangre!
