—Debo mantener a Solus en secreto, así que tengo que estudiar todo con los Ojos y luego elaborar la información con el bastón. No creo que el Árbol del Mundo pueda leer mi mente. Si soy cuidadoso, puedo dejarlos a oscuras sobre todo excepto los poderes que necesito probar. —Lith pensó.
—Por cierto, ¿cómo es que te uniste al grupo de los no muertos? Sin ofender, pero dada tu relación con el Árbol, esperaría que un elfo buscara la compañía de la gente planta. —Phloria preguntó.
—Todo lo contrario. —Aalejah negó con la cabeza.
—La gente planta y los Fae resentían al Árbol por no compartir su conocimiento, al igual que los descendientes de los Guardianes resentían a sus padres. Las Bestias y los humanos todavía guardan resentimiento hacia mi especie por intentar arrastrarlos en la Guerra de las Razas y por querer aniquilarlos.
—Oh.
