—Los corceles son solo cosas y como tal, pueden ser creados de nuevo, si es necesario. Las vidas que ustedes tres han destruido, en cambio, son algo que ni siquiera yo puedo recuperar. —dijo Baba Yaga.
—¿A qué te refieres? —dijo El Sol Rojo.
—¿Qué bien podría hacer la guerra? ¿Qué pasaría si ganaran? ¿Tenían pensado obligar a las otras razas a reproducirse como ganado y hacer que vivan solo para su entretenimento? Dices que has seguido tu misión, pero no podrías haberlo hecho peor.
—¿Cuándo entenderán ustedes y sus malditas Cortes No Muertas que no he creado a los no muertos como la nueva raza superior? —dijo Baba Yaga.
—Tus palabras no tienen sentido, Madre. Si la guerra es la respuesta incorrecta, ¿qué se suponía que debíamos hacer? —preguntó Anochecer.