—Te extrañé más, Solus. Lo siento, pero necesitaba y todavía necesito estar solo. No puedes pedirme que olvide la pérdida de Lark y Mirim en unos días. Ni hablar de una relación de tres años con una mujer con la que podría haberme casado. —Lith acarició y besó la parte superior de su cabeza mientras suspiraba profundamente.
—Pero, nunca antes me habías apartado de tu vida así. —Ella respondió, abrazándolo más fuerte.
—Eso es porque nunca antes habías tenido un cuerpo. Necesito arreglar mis sentimientos, no hacerlos aún más desordenados. Ambos estamos solos y nuestra retroalimentación emocional es similar a beber alcohol con Faluel.
—No quiero hacer algo de lo que ambos nos arrepentiríamos después. —Dijo Lith.
Solus en realidad tenía mucho que decir, pero ella entendió sus sentimientos y respetó sus deseos.
