—Ahora, sin embargo, después de perder parte de mi humanidad, decidí que en lugar de darte trozos de verdad era hora de contarte todo para que pudieras tomar una decisión por última vez.
—Esto es todo, Kamila. No hay más secretos entre nosotros. Así es como me veo y cómo se verán mis hijos si alguna vez decido tenerlos. En cuanto a Solus, es más que un artefacto. Es mi compañera y mi mejor amiga verdadera.
—Si queremos seguir avanzando juntos, debes estar dispuesta a aceptar sinceramente a Solus porque nunca la abandonaré. —Dijo Lith.
—¿Entonces estás dispuesto a renunciar a mí pero no a ella? —Preguntó Kamila.
—Es diferente. No eres parte de mí, sino alguien que quiero que sea parte de mi vida. No puedo ni quiero obligarte a hacer nada, solo te estoy dando una opción. —Respondió Lith.
—¿Qué sentido tiene mi elección cuando ya has tomado la tuya? —Kamila dijo con un gruñido, sin querer escuchar ni una palabra más de esa enfermiza broma.