Esas palabras tocaron una cuerda en el núcleo mismo de Lith, desencadenando algo que él había considerado muerto durante mucho tiempo. Primero, las comisuras de su boca se curvaron hacia arriba en una sonrisa burlona. Luego, no pudo evitar soltar una risita que pronto se convirtió en una risa histérica.
El soldado traidor se sobresaltó por un segundo. Esa no era la reacción que esperaba.
Según su información, Lith tenía un vínculo muy fuerte con sus parientes, utilizando la mayor parte de sus ingresos durante los años para mejorar su calidad de vida y estatus, en lugar de intentar comprar su camino hacia la nobleza.
Era de conocimiento público que no quedaba amor entre él y su hermano repudiado, Orpal, pero el otro, Trion, había sido parte de la familia hasta que se unió voluntariamente al ejército. Había estado bien vestido y alimentado toda su vida.