—Puedes rechazar mi oferta, pero quizás tu descendencia tenga mejor juicio. Si alguien se mete con mi Sangre, con un niño encima, no habría lugar en Mogar donde pudieran esconderse de mí. —Salaark miró a Lith como si estuviera loco por hacer una pregunta tan tonta.
—Y yo te ayudaría. —Tyris puso una mano sobre el hombro de Salaark para calmarla.
—Y yo también. —Leegaain se apresuró a decir antes de que sus hijos lo golpearan hasta hacerlo polvo.
'Esto está genial'. Los pensamientos de Lith rezumaban sarcasmo. 'La mejor manera de mantener a salvo a cualquier mujer que me importe es tener un bebé con ella. Que me jodan por todos lados.'
—¿Estás seguro sobre el Duelo Espiritual? —Leegaain preguntó a Qisal—. Lith es joven y ni siquiera es un miembro completo del Consejo, mientras que tú lo provocaste a propósito."