—¿Qué mierda? —Lith miró cómo sus características de Abominación desaparecían y luego miró a Kamila como si la viera por primera vez.
—No te preocupes, cariño, todo está bien. Solo necesitas descansar y darle un descanso a tu pobre cerebro. De lo contrario, no rendirás bien en lo de Faluel. —Ella dijo.
—¿Qué quieres decir? —Preguntó él.
—Ambos sabemos que mañana tienes una lección que no puedes permitirte perder. Quienquiera que haya hecho esto, quería destruirte atacando donde más duele y estuvieron muy cerca de lograrlo. —Ella señaló sus anillos agrietados, sus heridas y la oscuridad que aún permanecía en sus manos.
—Si cambias tu vida debido a lo que sucedió esta noche, si dejas todo solo para prepararte para su próximo ataque, entonces solo estarás bailando en la mano del culpable.