—Es un honor conocerlo. —Leegaain hizo una reverencia mientras Faluel los presentaba, avergonzado por las amables palabras de Elina.
Ella fue la primera persona que lo trató cortésmente a pesar de su apariencia, y sin embargo, él la engañaría de todos modos para avanzar en sus planes. Fue uno de esos momentos en los que no se sentía orgulloso de sí mismo, pero el fin justificaba los medios.
Raaz miró a Elina con confusión mientras trataba de recordar por qué ese nombre le sonaba familiar, mientras ella miraba a su invitado con los ojos bien abiertos. Recordaba muy bien a Leegaain.
Lith le había dicho que él era uno de los seis Guardianes originales, el Padre de todos los Dragones, y tal vez incluso el dios del conocimiento, pero todo lo que ella podía ver era el bastardo que había puesto en peligro la vida de sus bebés.