—No pueden. ¡Tú eres mi mamá! ¡Mía! —Bebé Solus atesoraba los pocos momentos del día que pasaba con su madre tanto que le parecía indignante incluso la idea de compartirlos con alguien más.
—Exactamente. Al darle un nombre, él selló su unión y Tyris le dio esos artefactos para asegurarse de que Valeron siempre regresaría a ella, sin importar el enemigo que enfrentara —Dijo Menadion.
—No lo ama mucho. Hizo un mal trabajo. Quizás por eso el tío Valeron estaba triste —Solus señaló la espada con una cara confundida.
—Es la segunda vez que lo dices. ¿A qué te refieres? —Menadion y su esposo, Threin, discutían mucho porque ella solía llevar a Solus con ella a la Fragua.
Threin a menudo regañaba a la primera Maestra Forjadora Real por no pasar suficiente tiempo con su hija y por enseñarle demasiado sobre la Maestría en Forja y muy poco sobre todo lo demás.