—Hablaba de ti. Ese pobre tipo solo estaba tratando de hacer su trabajo —Quylla suspiró.
—Oh —Eso fue todo lo que Morok logró decir.
Un incómodo silencio sobrevino hasta que pidieron y recibieron su comida. A Morok le llevó unos bocados para recuperarse y decir:
—Tengo curiosidad por saber qué te llevó a abandonar la academia y buscar la guía de una Bestia Emperador. Quiero decir, tu familia es adinerada, tu padre es importante en la Guardia de los Caballeros y las pocas veces que nos vimos en Kulah, siempre hablabas de tus planes de convertirte en profesora.
—No fue una decisión fácil de tomar —Quylla se sintió halagada porque él aún recordaba esas conversaciones después de tantos meses y, junto con la buena comida, eso ayudó a romper el hielo entre ellos.