Al mirar a los ojos de Wendy, Todd supo que no podría ocultárselo.
Suspiró, —No te dije la verdad porque me preocupa que te asustes. No solo le di dinero al jefe de los guardias de seguridad. Dado que este asunto era muy serio y nuestras vidas estaban en juego, controlé a su hija...—
Las palabras de Todd sorprendieron a Wendy. En sus ojos, Todd era una persona muy gentil. No podía imaginar que él amenazara a alguien.
Al ver su expresión, Todd sonrió tristemente, —¿Se arruinó tu impresión de mí?—
Wendy asintió y luego negó lentamente con la cabeza. Todd no había hecho nada malo, porque de esta forma se garantizaba mejor su seguridad.
También creía que Todd no lastimaría a la chica.
Al ver que Wendy estaba en silencio, Todd continuó con una sonrisa, —Pero no te preocupes, nunca te haré esas cosas.—