En un instante, las discusiones se hicieron más fuertes. Christian estaba de pie a un lado con su usual sonrisa tenue. Observaba a Wendy con ojos curiosos e inquisitivos, como si quisiera saber cómo iba a manejar la situación.
Ya que Wendy había mostrado el certificado de matrimonio como prueba, planeaba poner fin a este asunto. Con su rostro delicado levantado, miró a la aterrada Yvonne y dijo con un tono raro y despectivo:
—Yvonne, sí tenía un acuerdo con Michael. Pero déjame decirte, Michael es el que se niega a divorciarse ahora. Acepté divorciarme hace un mes, pero él es el que ha estado prolongando esto y negándose a firmar su nombre.
Las palabras de Wendy causaron otro revuelo entre la multitud.
—¿Qué diablos está pasando aquí?
—¿El presidente no está dispuesto a divorciarse de Wendy?
—Entonces, ¿los rumores sobre él odiando a Wendy son falsos? ¿Y Yvonne ha estado mintiendo sobre ser su novia? ¿Es ella la que se ha aferrado descaradamente al presidente y no lo deja ir?