Wendy se enfureció tanto con Jil que sintió que estaba a punto de tener un ataque al corazón. Pero Jill se quedó allí y esperó su respuesta. Jill se reía por dentro de la reacción de Wendy y pensó para sí misma: «¡Veamos cuánto tiempo puedes aguantar así!»
—Wendy, contaré hasta tres. Si no me respondes antes de que termine de contar, asumiré que ya no quieres estar con él —empezó Jill.
—¡Tres!
—¡Dos!
La cuenta regresiva de Jill le recordó a Wendy el tiempo en que había sido secuestrada hace cinco años. El secuestrador también le había dado a Michael tres segundos para elegir. Pero él eligió a Yvonne al final.
Comenzó a apretar sus puños con fuerza. Había regresado a Ciudad del Lago para vengarse. Incluso había intentado atropellar a Michael con su coche. Por el bien de sus gemelos, pudo dejar de lado este odio y regresar a Ciudad de Rheinsville. Pero simplemente no podía dejar de lado lo que había sucedido hace cinco años y nunca olvidaría lo que había sucedido tampoco.
—¡Uno!
