Scarlett revisó de inmediato su teléfono y se sorprendió al ver el nombre de Noah Withers en la pantalla. Su corazón latía acelerado mientras contestaba la llamada, con voz temblorosa. —Oh, Dios mío, Tío, finalmente me llamaste...—
—Scarlett, escucha...— La tensión en la voz de Noah Withers hizo que Scarlett apretara fuertemente su teléfono. —No deberías venir aquí. Nunca pises este país. Y...— Su voz se desvaneció.
—Tío, ¿qué ha pasado?— Después de unos segundos de silencio, Scarlett finalmente preguntó si solo había escuchado un ruido de fondo como si su tío estuviera en la calle o en un lugar público.
Después de un tiempo, escuchó jadeos cortos y entrecortados del otro lado, haciendo que Scarlett se sintiera tensa al darse cuenta de que su tío parecía estar huyendo de algo.
—...Jude, Jude Withers, ¡se ha vuelto loco! Mató a nuestro padre y me torturó como a un criminal. Me encerró en el sótano de la casa de los Withers y... y...— Su voz se desvaneció nuevamente.