—Gremio de Asesinos Mano Brillante, ¡os metisteis con la persona equivocada! Ahora, ¡permítanme ayudarlos a retirarse de esta profesión! —Murmuró para sí misma.
Scarlett entonces empezó a moverse, pero...
Sus movimientos se detuvieron tan pronto como oyó el sonido de pasos. ¡No solo una persona, sino muchas!
Seis personas estaban en la habitación, y todas se veían altas y grandes. Ella esperó, preguntándose cuánto lucharía esta vez.
Una sonrisa malvada apareció en la comisura de sus labios.
Estaría bien si no hubiera más de 50 personas. Este vil asesino no representaba una amenaza para ella. Podía inmovilizarlos de un solo movimiento.
Lo único que le preocupaba era si había algún experto asesino escondido entre ellos. Como el hombre calvo, su aura era bastante fuerte, pero ella podía manejarlo. Aún así, no podía bajar la guardia por su seguridad, pues estaba sola y sin refuerzos.
Más tarde...