—Scarlett entrecerró los ojos hacia Zara antes de decir casualmente— Si lo sabes, deja de echar sal en mi corazón, ¡hermana!
'¿Por qué esta jovencita tiene una lengua tan afilada?' —Zara se pregunta mientras mira profundamente a los ojos de Scarlett, asombrada—.
Scarlett sonrió juguetonamente a Zara, quien ahora la miraba como si fuera un tesoro nacional. Su expresión era inestimable, haciendo que el impulso de burlarse cruzara la mente de Scarlett.
—¿Qué pasa con esa mirada, hermana? ¿Por qué me miras así? Ay madre... —Ella cubrió su boca con la mano y echó la cabeza hacia atrás como si intentara evitarse—.
Después ver que Zara revoloteaba los ojos, Scarlett continuó, —...¿tal vez estás enamorada de mí también? —Scarlett levantó lentamente la mano y acarició suavemente la mejilla de Zara— Lo siento, hermana, ¡ya estoy comprometida! Y, solo para tu información, eres hermosa como una diosa, y te quiero, hermana. ¡Pero no ese tipo de amor!