Las palabras de Chloe llegaron directo a la conciencia de él.
Su corazón latía anormalmente y comenzó a sudar frío bajo su traje.
No sabía por qué, pero las palabras de Chloe lo debilitaron. Debería estar enojado con ella. ¡De hecho, debería poder gritarle por ser tan cabezota!
Pero la sorprendente determinación de Chloe fue como su kriptonita. Ella todavía tenía sus dulces ojos de cierva, con el hermoso rostro y labios tiernos que a él realmente le encantaba mordisquear.
Pero su postura, caminar y las palabras que salían de su boca eran diferentes.
Chloe estaba tan decidida que no retrocedió, sin importar cuánto intentara intimidarla Vernon, y la dinámica de poder comenzó a cambiar entre ellos.