La voz de Vernon resonó dentro del baño. Quería agarrar a Chloe y ponerla justo enfrente de él. Quería intimidarla, tal como intimidaba a aquellos que se atrevían a jugar con él.
Quería que la verdad saliera de su boca. No había necesidad de fingir.
Estaría mintiendo si dijera que no estaba celoso.
Estaba tan jodidamente celoso y enojado en este momento. Quería obligar a Chloe a contarlo todo y luego encontrar a ese hombre y acabar con su vida. Ni siquiera le importaban las consecuencias. Ser encarcelado era mejor que tener el corazón aplastado de esta manera.
Pero no pudo.
Porque no importaba cuánto enojo sintiera, él no dejaría que el diablo tomara su cuerpo e intimidara a su amada mujer. Después de todo, Chloe era muy frágil en cuanto a su apariencia, ya que él se parecía al monstruo en su cabeza: Vincent Gray, pero más grande, más aterrador y más fuerte.