—Entra, Vernon. Hace tiempo que no teníamos una pequeña reunión familiar —dijo Vicente. Señaló con la cabeza el asiento junto a él, indicando a su hermanito que se sentara a su lado mientras enfrentaban a la mujer que les dio a luz, Dorothea Gray.
Vernon estaba un poco sorprendido por lo bien que se veía. Según lo que Chloe le había contado, ella luchó tan duro que le rompió un jarrón en la sien.
Aparte del pequeño parche en su sien izquierda, no parecía estar gravemente herido, a diferencia de Chloe, cuyas manos estuvieron inservibles durante un mes aproximadamente.
—¿Vernon? ¿Qué pasa con tu silencio? Entra —repitió Vicente.
Vernon se puso rígido en un instante, sin estar seguro de si esto era una trampa tendida por su hermano mayor o solo una coincidencia.
Sin embargo, no tenía forma de retroceder ya que no quería despertar sospechas. Entró y se sentó junto a su hermano en el sofá.
—Espera, déjame terminar de leer esto primero.