—Les tomó demasiado tiempo aparecer —dijo Vernon fríamente—. Pensé que se acobardarían después de no haber podido protegerla.
Los dos guardaespaldas se encogieron, tenían muchas heridas físicas después de ser golpeados por la gente de Vincent Gray, pero la vergüenza de no haber cumplido con la tarea de su jefe les afectaba mucho más que unos cuantos golpes.
—Lo sentimos, Señor. Parece que la gente de Vincent Gray nos identificó rápidamente cuando estábamos patrullando. Llegaron antes que nosotros, así que no pudimos identificarlos primero —informó el guardaespaldas masculino.
—Sí, Señor. También nos tomaron desprevenidos, ya que trajo al menos diez personas con él. No teníamos ninguna oportunidad siendo solo dos —añadió la guardaespaldas femenina.
Vernon quería regañarlos más, pero sabía que era en parte su culpa por no prever la presencia de Vicente. Sería un hipócrita si echaba toda la culpa a estas dos personas.
—¿Qué te hizo? ¿Pregunto acerca de mi identidad?