Chloe finalmente se dio cuenta de que Vernon realmente no quería hacerlo. Estaba avergonzada porque ella era la que tenía una mente sucia.
Se levantó del sofá y asintió: —Está bien entonces... um... no olvides dormir pronto. Ya es pasado medianoche, no es bueno para tu cuerpo desvelarse toda la noche.
—Mm, no te preocupes, buenas noches, Chloe —dijo Vernon mientras apartaba la mirada de Chloe.
—Buenas noches…
Chloe se apresuró a la cocina y bajó las escaleras. Fue a su habitación y cerró la puerta de golpe mientras trataba de soportar la vergüenza.
Se apoyó en la puerta y se cubrió el rostro con las manos.
—¡Oh Dios mío, Chloe, por qué actuas como una puta?! —Chloe se regañó a sí misma al darse cuenta de que había actuado muy coqueta delante de Vernon.
—Deberías haber conocido tu lugar. Él solo quiere jugar con tu cuerpo y eso es todo. ¿Por qué pides más? —Chloe continuó culpándose a sí misma.
Pero cuanto más se culpaba a sí misma, más se daba cuenta de una cosa…