Vernon acababa de terminar la reunión al mediodía. Levantó la manga para comprobar la hora y luego envió un mensaje a Shailene para el segundo tratamiento.
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Para: Shailene Walsh
—Oye, ¿estás libre esta noche? Quiero que nos encontremos porque no te dije nada anoche.
—Yo pago, no te preocupes.
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Recibió una respuesta cinco minutos después;
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De: Shailene Walsh
—Acabo de terminar una sesión con mi principal cliente, esa viuda de la que te hablé anoche.
—Puedes venir a mi apartamento en cualquier momento después del anochecer. Te estaré esperando.
—¡Y no necesito tu dinero, por el amor de Dios!
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Vernon suspiró. Claro, tenía que ofrecer dinero. Porque aparte de eso, no tenía nada en su arsenal para compensar todo el esfuerzo que Shailene tenía que pasar para ayudarlo.